La piel agrietada en las manos es un problema común que muchas personas experimentan, especialmente durante los meses más fríos o después de una exposición prolongada al agua y a productos químicos agresivos. Esta afección puede provocar molestias, dolor y una disminución general de la elasticidad de la piel. Afortunadamente, existen remedios eficaces para devolver a las manos su antiguo esplendor y mantenerlas suaves y flexibles. Algunos tratamientos pueden tratar y curar eficazmente las manos secas y estropeadas.
Hidratantes nutritivas y tratamientos nocturnos
Uno de los pasos más importantes para curar la piel agrietada es la hidratación constante. Busque cremas o ungüentos ricos para las manos que contengan ingredientes como glicerina, manteca de karité o vaselina. Estos componentes atraen la humedad, nutren la piel y crean una barrera protectora que retiene la hidratación. Aplícate crema hidratante generosamente después de lavarte las manos y al menos una vez más a lo largo del día, sobre todo en condiciones de sequedad.
Para aumentar la hidratación, considere la posibilidad de utilizar un tratamiento nocturno. Aplicar una capa gruesa de una mascarilla nutritiva de manos antes de acostarse y cubrir las manos con guantes de algodón puede mejorar la absorción, lo que se traduce en una piel más suave por la mañana. Esta sencilla rutina ayuda a restaurar la hidratación y reparar los daños mientras duermes.
Exfoliación suave y aceites naturales
La exfoliación es crucial para eliminar las células muertas de la piel, lo que permite que las cremas hidratantes penetren con mayor eficacia. Utiliza un exfoliante suave para manos una vez a la semana o hazlo tú misma con azúcar y aceite de oliva. Así descubrirás una piel más suave. Ten cuidado de no exfoliar en exceso, ya que podrías irritar aún más la piel.
Incorporar aceites naturales como el de coco, almendras o jojoba a tu rutina de cuidado de la piel también puede ser beneficioso. Estos aceites proporcionan una hidratación y nutrición profundas. Aplique el aceite que prefiera sobre las manos limpias y secas, insistiendo en las zonas más afectadas por la sequedad, y deje que se absorba por completo.